Llevo mis buenos veinte minutos delante de la pantalla sin escribir nada porque me he distraído un poco demasiado con la canción que está sonando. Era como: yo mirando la página en blanco de blogger, sin escribir, pero moviendo la cabeza rítmicamente y haciendo playback de Riptide, de Vance Joy.
Ha sido patético.
Título: Un final para Rachel
Título original: Me and Earl and the dying girl
Autor: Jesse Andrews
Páginas: 318
Editorial: Nube de tinta
SINOPSIS
SEGÚN GREG GAINES, el secreto para salir airoso del instituto es no ser amigo de nadie pero llevarte bien con todos. Su lema es «sin amigos no hay enemigos». Solo tiene a Earl, con quien se dedica a grabar versiones terribles de sus películas favoritas.
Hasta que vuelve a ver a Rachel.
Rachel tiene leucemia, y a la madre de Greg se le ocurre la brillante idea de obligar a su hijo a que sea su amigo. Greg tiene claro que esto no va a ser una de esas típicas historias de amor entre una chica en un estado terminal y un chico que de repente se enamora de ella. Pero, de todos modos, el destino tiene preparado algo especial para Greg, Rachel y Earl.
OPINIÓN PERSONAL
No tengo ni idea de cómo escribir este estúpido libro.
Ni yo de cómo escribir esta estúpida reseña.
Creo que ya es costumbre que esta primera parte de lo que inutilmente llamo "reseñas" ponga mis confesiones más secretas acerca del libro que estoy leyendo. Pues allá va la confesión de Un final para Rachel: leí miles de reseñas sobre este libro cuando aún estaba publicado únicamente en inglés y la mayoría decían que el libro no les había gustado, cosa que tan solo sirvió para que me entraran unas ganas tremendas de leerlo aun sabiendo que probablemente no me gustaría. No, aún no me explico ni yo cómo me llegó ese brillante y coherente impulso de lectura. El caso es que, ni corta ni perezosa, en cuanto tuve la oportunidad, me compré el libro en español (con ese horrible cambio de título que no tiene ni sentido, pero bueh) Y oh, dioses, qué gran acierto.
El libro está narrado por Greg Gaines, un muchacho de diecisiete años cuyo único objetivo hasta ahora ha sido sobrevivir a la boca de lobo que comúnmente llamamos instituto. Su único "amigo" ha sido Earl Jackson, con el cual se dedica a hacer remakes de las películas que más les han gustado. Hasta este momento su filmografía se resume en películas cada vez más malas que las anteriores y alguna película buena. Como ya nos revela la sinopsis, Greg se ve obligado a romper su calmada y pacífica rutina cuando su madre le manda hacerse amigo de Rachel Kushner, una chica con la que Greg había tenido contacto en algún momento hacía años pero de la cuál apenas se acordaba y que ahora está enferma de leucemia. Y así comienza la que será para Greg y para Earl la mejor y la peor (y, obviamente, la más confusa) época de su vida.
Necesito decirlo antes de que sigas leyendo esta reseña. No, espera, no voy a decirlo, voy a citarlo tal cual está en el libro.
Por increíble que parezca, tengo algo que añadir a todo lo dicho antes de dar paso a este libro espeluznantemente estúpido. Quizá sepáis que va de una chica con cáncer, así que también es posible que estéis pensando: «¡Genial! Seguro que está repleto de sabias reflexiones en torno al amor, la muerte y el paso de la infancia a la edad adulta. Seguramente me hará llorar como una magdalena de principio a fin. Qué ganas tengo de empezarlo». Si lo anterior describe con acierto lo que estáis pensando, lo mejor que podéis hacer es tirar este libro al cubo de basura y salir corriendo. Porque debo decir que no aprendí nada de la leucemia de Rachel. De hecho, si de algo puedo presumir después de todo lo que pasó es de saber menos aún acerca de la vida.
No te tomes ese párrafo a broma. Es la pura verdad. En Un final para Rachel no hay reflexiones profundas, no hay drama ni hay amor. Tan solo hay confusión y vida. Hay realismo.
Como protagonista tenemos a Greg, el cual también nos narra la historia. ¿Cómo puedo yo hablarte de Greg sin confundirte a ti y a mi? Es un personaje... peculiar. Con sus cosas buenas y sus cosas malas, Greg ha sido un gran punto fuerte en la novela ya que su narración es fluida y cercana, siendo sin duda uno de los personajes más gracioso que he tenido el placer de leer. De verdad, me ha sacado una carcajada en más de una ocasión.
Tengo que destacar que en algunas ocasiones me ha llegado a parecer un tanto egoísta, sin llegar a prestar atención realmente a Rachel, sin molestarse en conocerla. Pero al contrario de lo que pueda parecer, esto no ha llegado del todo a ser un punto negativo ya que refleja a la perfección la realidad. Puedes cruzarte en el camino de una persona, pero no tiene por qué convertirse en algo memorable, no todo tiene que traer consigo una reflexión de vida y una enseñanza épica. Si así fuera, imagínate cómo hubiera sido mi vida de tan extremadamente extrema al cruzarme con... cualquiera. Me cruzo con el panadero: oh dioses, de aquel encuentro obtuve la más profunda y sabia de las enseñanzas, aprendí que aunque el pan se te haya quemado por un lado... siempre podrás raspar con el cuchillo lo quemado y nadie se enterará; era una metáfora de la vida, de cómo las personas pueden ser... Vale. Para.
Como uno de los secundarios tenemos a Earl Jackson, al cual Greg describe como "compañero de trabajo" pero que en realidad significa "amigo". Este personaje me ha encantado, es mahumorado, malhablado y muy, muy, directo y sincero. Supongo que con Earl se compensa el en-algunas-ocasiones egoísmo de Greg ya que el amigo de nuestro protagonista sí que parece preocuparse un poco por cómo está Rachel. Sin duda entre estos dos se ha sabido equilibrar muy bien la novela ya que las carencias de uno las poseía el otro.
Otro punto a destacar antes de pasar a hablaros sobre Rachel supongo que son las películas que Earl y Greg hacían juntos. Entre medias de la trama, Greg nos presenta sus obras, hablándonos un poco de ellas y de cómo eran, pero lo mete en la trama de forma natural y casi sin que te des cuenta.
Rachel Kushner, la chica con leucemia, la dying girl, la moribunda (tal y como dice el título original y el propio Greg). Aquí sí que me has pillado. No puedo hablarte mucho sobre Rachel ya que, como anteriormente he mencionado, no sabemos casi nada de ella ya que ninguno de los amigos llega a conocerla realmente. Pero lo que sí puedo decir con total seguridad es que se ganó mi respeto desde el momento en el que aceptó y se adaptó al estúpido-en-algunas-ocasiones humor tonto de Greg.
Ninguno de los dos decía nada, así que volví a hacer ese ruido.No tengo mucho más que destacar sobre los personajes, mucho menos sobre la historia, que no haya dicho ya. Te repito (necesito hacerlo, necesito dejar bien claro esto) que esta no es una novela de autosuperación (a menos que sea autosuperarte en tus propias estupideces y tonterías, como es el caso de Greg), no es un dramón con el que llorarás y ten por seguro que no encontrarás frases filosóficas que marcar o párrafos enteros de epifanías. Pero ten por seguro que te reirás y que pasarás un muy buen rato leyendo.
- Urrrnnngh.
- ¿Qué es eso?
- Un oso polar arrepentido.
Se le escapó uno de sus rebuznos.
- Los osos polares son los animales más propensos a sentir remordimientos de toda la naturaleza. Los científicos no saben a qué se debe, pero tienen las expresiones de arrepentiminto más puras de todo el reino animal. Fíjate en lo hermosa y evocadora que suena: urrrrrrrnnngh.
En definitiva. Un final para Rachel es una novela un tanto desconcertante y a veces predecible, pero con la que sin duda te reirás. Si buscas algo ligero y sin complicaciones, que te haga pasar un buen rato, algo cargado de vida y con unos personajes tan reales que podrían ser tus vecinos... Un final para Rachel es tu libro. Altamente recomendable para aquellos a los que, como es mi caso, les gusta el humor un tanto bestia.
Aquí es donde suelo poner una frase filosófica sobre el libro, pero es que con este se me jode un poquito es esquema, ¿sabes? En lugar de eso te pediré que, en contra de lo confusa y mala que sea mi reseña, le des una oportunidad al libro. Te aseguro que es una genialidad. Solo que una genialidad muy bien camuflada.
Eso ha sido todo, mortal.
Sí, soy perfectamente consciente de que he desaparecido un montón de tiempo, pero ya pasó. Ahora seré más constante. Esta vez sí, venga, lo juro por el Estigia. *sonido de trueno*
Excelsior
bRook
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