domingo, 28 de septiembre de 2014

RESEÑA: R Y JULIE, DE ISAAC MARION

 Hola, mortales.
 Un dato inútil: cada vez que escribo una reseña, pongo una canción en reproducción en bucle. Hasta que termine de escribir esto estará sonando sin parar Ready aim fire, de Imagine Dragons.

Título: R y Julie

Título original: Warm Bodies

Autor: Isaac Marion

Páginas: 302

Editorial: Mondadori



SINOPSIS

«Me llevo una mano al pecho, sobre el corazón. Mi "corazón". ¿Todavía representa algo ese penoso órgano? Permanece inmóvil, sin bombear sangre, sin la más mínima utilidad, y sin embargo mis emociones todavía parecen originarse entre sus frías paredes. ¿Qué me pasa? ¿Me lo estoy imaginando todo? ¿Es un placebo? ¿Una ilusión optimista? En cualquier, siento que el encefalograma de mi vida se altera, formando montañas y valles con los latidos de mi corazón»
R es algo peculiar. Intenta pasárselo bien, pero es demasiado sensible y a veces se entristece. Tampoco ayuda que esté muerto, o casi muerto. Se pasa los días vagando por el aeropuerto abandonado donde vive sin saber muy bien qué sentido tiene su existencia. Hasta que conoce a Julie.

OPINIÓN PERSONAL

Estoy muerto, pero no está tan mal. He aprendido a vivir con ello. Siento no poder presentarme como es debido, pero ya no tengo nombre. Casi ninguno de nosotros lo tiene. Los perdemos como las llaves del coche, nos olvidamos de ellos como quien olvida los cumpleaños. Es posible que mi nombre empezara por R, pero esa R es lo único que me queda. Tiene gracia, porque cuando estaba vivo siempre me olvidaba de los nombres. Mi amigo M dice que lo irónico de ser un zombi es que todo tiene gracia, pero no puedes sonreír porque se te han podrido los labios. 

 Así es como comienza lo que yo considero uno de los mejores libros que he leído. Y no lo digo solo porque tenga zombies (muchos zombies) Desde siempre me han gustado las historias en las que abunden los zombies. Al contrario de algunas personas, a mi no me dan asco ni "miedo", sino que me fascinan las miles de formas que tiene un escritor o un director de película de plasmar en el papel o en la pantalla la historia. ¿Cómo han llegado a lo que son? ¿Un virus? ¿Una pandemia? ¿O, para los más religiosos, un castigo divino? Por eso me llamó tanto la atención esta novela. Por primera vez (al menos para mí) abro un libro y me encuentro una historia sobre un zombi... que se enamora. R y Julie me sorprendió como pocos libros los han hecho.

 En la América distópica en la que nos encontramos, un virus parece haber mermado la población mundial. A menos que el daño afecte al cerebro, las personas no mueren del todo sino que permanecen en un estado de "descomposición andante" (WTF?). A partir de ese momento su única necesidad es comer, cazar. Carne humana.

 Evidentemente, esa necesidad también la tiene R, aunque a él en realidad no le guste. Porque sí, desde el primer momento nos quedará claro que R no es un zombi como los demás. Él no va por ahí tambaleándose y gruñendo... bueno, en realidad sí que lo hace, pero no se acaba ahí. Al estar el libro narrado desde su perspectiva podemos apreciar que R en realidad se preocupa por lo que haya pasado en el mundo, por qué no está muerto, por qué nadie está muerto del todo, porqué están así las cosas... y si tienen arreglo; en realidad vemos que R es un personaje sensible y sarcástico, palabras que nunca se me habrían ocurrido asociar a un zombi.
Pero me entristece que nos hayamos olvidado de nuestros nombres. De entre todas las cosas, esa me parece la más trágica. Echo de menos mi nombre y lamento la pérdida de los de los demás, porque me gustaría quererlos, pero no sé quiénes son.
Un día como otro cualquiera R, su amigo M y un montón de zombies más necesitan ir a buscar comida a la ciudad. Síp, con comida me refiero a humanos vivos y frescos. Es ahí donde R conoce a Julie. No, mortales, R no se va a comer a Julie, lo que a R le pasará con esa chica es algo completamente distinto y que cambiará el futuro del mundo en el que viven.

 Julie es una chica que, pese a que sabe que la situación en la Tierra está bastante jodida (no sabía expresarlo de otro modo, lo siento), no pierde la esperanza de que tarde o temprano pueda cambiar. Cuando ella es salvada por R de ser devorada por otro puñado de zombies, en seguida se dará cuenta de que él es distinto, de que en realidad no todo puede estar perdido en el mundo. Julie es un personaje que también he apreciado mucho.
 Como otro personaje secundario tenemos a M, el mejor amigo de R y también el cual aportará muchos de los momentos más divertidos de la novela. De M podría decir que me ha encantado su amistad con R, cómo en ningún momento duda de ayudarlo pese a no saber qué le está pasando a su amigo.

 R y Julie, al estar narrado por R y al ser este un personaje sarcástico y bastante gracioso, goza de un ritmo fluido que hará que el libro se lea un suspiro. Pero si algún punto negativo tendría que encontrarle al libro sería que me habría gustado saber más acerca del virus ese o lo que sea que haya hecho que los muertos no mueran del todo, salvo por ese detalle (que parece ser bastante popular entre las película y los libros sobre zombies) esta ha resultado ser una lectura muchísimo más agradable de lo que me esperaba.

 En definitiva: R y Julie es una novela en la que abundan los mensajes no solo sobre la sociedad y sobre lo mal estructurada que puede llegar a estar; sino también sobre el amor y sobre cómo puede cambiar las cosas, mover montañas y hacer que los muertos vuelvan a la vida. Con un ritmo ágil y con unos personajes profundos pero también divertidos y con un final lleno de acción y sorpresas, R y Julie no dejará indiferente a nadie. 

 Supongo que no importa. Una vez has llegado al fin del mundo, poco importa el camino que sigas.



Eso ha sido todo, mortales.



Excelsior 
R




jueves, 25 de septiembre de 2014

RESEÑA: EL TEOREMA KATHERINE, DE JOHN GREEN

 Hola, mortales.
 Me ha dado un inesperado ataque de responsabilidad hacia el blog y he decidido subir otra reseña. También influye el hecho de que estoy de los nervios últimamente porque en once días (¡¡¡!!!) se habrá acabado oficialmente la saga de Los Héroes del Olimpo, pero ese no es el tema.

Título: El Teorema Katherine

Título original: An Abundance of Katherine

Autor: John Green

Páginas: 314

Editorial: Nube de tinta



SINOPSIS

 Según Colin Singleton existen dos tipos de personas: los que dejan y los que son dejados. Él, sin duda, pertenece al segundo. Su última ex, Katherine XIX, no es una reina, sino la Katherine número diecinueve, que le ha roto el corazón. Para escapar de su mal de amores, y con el propósito de hallar un teorema que explique la maldición de las Katherines, Colin emprende junto a su amigo Hassan una aventura que le llevará a Gutshot, un pueblecito de Tenessee, y a la sospecha de que en la vida la inteligencia no siempre es la mejor compañera de viaje.


OPINIÓN PERSONAL

A la mañana siguiente de que se graduara en el instituto y por decimonovena vez lo dejara una chica llamada Katherine, el famoso niño prodigio Colin Singleton se dio un baño. Colin siempre había preferido los baños. Una de sus políticas generales en la vida era no hacer de pie nada que perfectamente pudiera hacerse tumbado. Se metió en la bañera en cuanto el agua empezó a salir caliente, se sentó y observó con una extraña mirada vaga cómo el agua iba sumergiendo su cuerpo. El agua le subió despacio por las piernas, que había cruzado y doblado en la bañera. Admitió, aunque con cierta reticencia, que era demasiado alto, y demasiado grande, para aquella bañera. Parecía una persona ya crecidita jugando a ser un niño.

Ahora, releyéndolo mientras lo copio, pienso que en realidad sí que es un buen comienzo; pero cuando lo leí hace un par de semanas... no terminó de convencerme. Con El teorema Katherine he aprendido que porque dos libros de John Green me hayan gustado muchísimo, eso no significa que me vaya a encantar todo lo que lea de él de la misma forma. Podría decirse que con este libro he aprendido a controlar mis expectativas.
 Cuando cogí El teorema Katherine me sucedió exactamente eso: que tenía unas expectativas que, sabía perfectamente, a lo mejor no se iban a cumplir. Bueno, pues después de estar días y días reflexionando sobre qué poner en esta reseña, por fin puedo decirlo: no ha cumplido mis expectativas... pero se ha quedado bastante cerca.

 En El teorema Katherine nos encontraremos con Colin, un niño prodigio que podría decirse que tiene debilidad por las chicas llamadas Katherine. Ha salido con diecinueve y todas ellas lo han dejado. Deprimente, ¿verdad? Pues bien, junto con su amigo Hassan y una buena dosis de reflexiones acerca de lo que ha hecho mal con las Katherines y, en especial, con Katherine XIX, Colin emprende un viaje que, tanto él como Hassan, esperan que consiga despejarle la cabeza a Colin. Así es como llegan Gutshot, ese pequeño pueblo perdido en alguna parte de Tenessee, donde les aguardan a ambos un par de sorpresas.

 Colin Singleton es un niño prodigio, pero no es un genio. Los genios inventan, los prodigios solo tiene una gran capacidad para almacenar información, eso es lo que Colin no para de repetirse. Él no es un genio. Él quiere ser un genio, quiere importar a la gente.
 De Colin he leído todo tipo de opiniones, desde gente a la que no le ha gustado a gente a la que le ha encantado. Yo podría incluirme en algún punto intermedio de esos dos grupos, tal vez un poco más inclinada hacia el segundo. Colin, pese a tener sus momentos en los que me ha sacado un poco de quicio, es un personaje que me ha enternecido la mayor parte del tiempo. Colin no sabe que hay cosas que a la gente no le interesan, como el esfínter pupilar, la mitosis, la arquitectura barroca... y un montón de cosas más que no os interesan. Tiene toda su fe puesta en ese teorema que, tiene la enorme esperanza, pueda ser capaz de predecir cuándo una relación va a terminar y cuánto va a durar, si será la chica quien deje al chico o viceversa. Está totalmente obsesionado con acabar su teorema, tanto que a veces se olvida de otras cosas.

 Un personaje con el que no tengo muy clara mi opinión es Hassan, el mejor amigo de Colin. No es que me cayera mal... sino más bien que había veces en las que me daba igual. Al principio del libro me resultó un personaje gracioso, que haría más amena la historia y me daría un respiro de todos los pensamientos confusos de Colin. Luego, simplemente, pasó a ser un personaje con el que me dio completamente igual lo que le pasase. Al final del libro volvió a recuperar un poco de ese cariño que le había cogido al principio ya que caí en la cuenta de lo importante que era para Colin, de lo importante que era que él, Hassan, mantuviese a nuestro protagonista con los pies en la tierra

 Como otro personaje destacable tenemos a Lindsey. Ella es la que realmente le abre los ojos a Colin y le hace ver que en la vida no todo es hacer lo que los demás se esperan de ti sin saber por qué lo haces. Que todas las historias deben tener un planteamiento, un nudo y un desenlace. También una moraleja.

- Es lo que estaba pensando antes de que llegaras. Estaba pensando en tus problemas con el importar. Creo que lo que importas está determinado por las cosas que te importan a ti. Importas tanto como las cosas que te importan. [...] Es muy fácil quedarse atascado. Te quedas atrapado en ser algo, ser especial o guay o lo que sea, hasta un punto en que ni si quiera sabes por qué lo necesitas. Solo crees que lo necesitas.

 Debo destacar que a menudo la historia puede hacerse un poco cuesta arriba en los momentos en los que Colin se pone a explicar y desarrollar el Teorema. Si ya de por si soy un paquete en matemáticas, con la complicación de las explicaciones del protagonista lo único que he conseguido en algunos momentos ha sido un quebradero de cabeza al tratar de comprenderlo todo.
 Quitando ese pequeño detalle, la novela ha resultado ser bastante llevadera. Sin duda he disfrutado con la cantidad de situaciones extrañas en las que Hassan y Colin se ven involucrados sin quererlo. Algo también que debo destacar es el final. Si bien me ha encantado, sí que lo he encontrado un poco más abierto de lo que me habría gustado, como si me faltasen las últimas cinco páginas del libro.

 En definitiva: El teorema Katherine es una novela en la que las risas están aseguradas, donde las reflexiones abundan en cada capítulo y donde cada diálogo parece estar marcado con algo personal. Con un ritmo ameno y ligero, John Green ha vuelto a cautivarnos con otra de sus historias que, si bien no me ha resultado tan memorable y épica como las anteriores que he leído, sí que ha acabado siendo una lectura entretenida y bastante rápida pese a tener un final que deja bastante que desear y algún que otro personaje con el que no he llegado a empatizar del todo. No todo puede ser perfecto, pero sin duda, puede quedarse bastante cerca.

- En la geometría no hay historias de amor- le contestó Lidsey.
- Espera y verás.



Eso ha sido todo, mortales.


Excelsior

R


lunes, 22 de septiembre de 2014

RESEÑA: MEMORIAS DE UN AMIGO IMAGINARIO, DE MATTHEW DICKS

 Hola, mortales.
 Comencemos. Merece la pena.

Título: Memorias de un amigo imaginario

Título original: Memoirs of an Imaginary Friend

Autor: Matthew Dicks

Páginas: 428

Editorial: Nube de tinta



SINOPSIS

Querido lector:
La novela que tienes en tus manos es especial, como Max.
La novela que tienes en tus manos es única, como Max.
La novela que tienes en tus manos es valiente, como Max.
 Max solo tiene ocho años y no es como los demás niños. Él vive para dentro y cuando menos lo molesten, mucho mejor. No le gustan los cambios, las sorpresas, los ruidos, que lo toquen ni que le hagan hablar por hablar. Si alguien le preguntara cuándo es más feliz, seguro que te diría que jugando con sus legos y planeando batallas entre ejércitos enemigos. Max no tiene amigos, porque nadie lo entiende y todos, hasta los profesores y sus propios padres, quieren que sea de otra manera. Solo me tiene a mí, que soy su amigo desde hace cinco años. Ahora sé que Max corre peligro y solo yo puedo ayudar. El problema es que Max es el único que puede verme y oírme. Tengo mucho miedo por él, pero sobre todo por mí. Los padres de Max dicen que soy un «amigo imaginario». Espero que a estas alturas tengas claro que no soy imaginario.
OPINIÓN PERSONAL

Os voy a contar lo que sé:
Me llamo Budo.
Hace cinco años que estoy en el mundo.
Cinco años es mucho tiempo para alguien como yo.
Fue Max quien me puso ese nombre.
Los padres de Max dicen que soy un «amigo imaginario».
Me gusta mucho la maestra de Max, la señorita Gosk.
No me gusta la otra maestra de Max, la señorita Patterson.
No soy imaginario.
 Lo sé, eso son varios párrafos, sé contar y me conozco las reglas de puntuación. También sé que ya había dicho que solo pondría el primer párrafo, pero... bueno, digamos que sin tan solo hubiera puesto "Os voy a contar lo que sé" nadie se habría quedado conforme.
 Así comienza Memorias de un amigo imaginario, una novela única, como Max, original y divertida que ha me ha gustado más de lo que pensé en un primer momento teniendo en cuenta que cogí el libro pensando que sería aburrido y cargante. Me equivocaba, sí.
 En esta ingeniosa novela conoceremos la historia del "amigo imaginario" de Max, Budo, y conoceremos también sus miedos, su forma de pensar, sus sentimientos... Porque no, Budo no es imaginario, esto es algo que nos quedará muy claro desde el principio. Pero para hablar del libro primero he de hablar de los personajes.
 Max Delaney es un niño de ocho años distinto al resto de los niños de ocho años. Max no habla con nadie a menos que le pregunten, no le gusta hablar por hablar y no tiene amigos... salvo Budo, él es el único que lo comprende, es quien más puede ayudarlo con las cosas y las decisiones, como qué helado tomar o con qué color dibujar. Porque sí, qué helado tomar o qué color usar es, para Max, algo muy complicado de decidir. Max es ingenuo... por eso se lo han llevado.
 Budo es... Budo tiene miedo. Ha visto y conocido a miles de amigos imaginarios que, de un día para otro, han sido olvidados por sus compañeros humanos y han dejado de existir. Pero eso es normal, todos los niños crecen y han de olvidar a sus "amigos imaginarios", Budo lo sabe y lo entiende, simplemente tiene miedo, no sabe qué le pasará cuando Max deje de creer en él y por eso no puede permitir que ocurra. Ahora Max se ha ido y Budo no sabe dónde está... Y teme que la distancia sea el olvido. Él es el único capaz de encontrar a Max. También Max es el único que puede verlo, lo cuál supone un gran problema.
 De Budo podría decir que, al principio de la novela (y hasta casi la mitad del libro) peca de egoista en el sentido de que solo parece preocuparle qué pasará con él cuando Max ya no lo necesite. Tiene miedo de morir, es verdad, pero esa cantinela ha llegado a repetirse bastante más de lo que necesario en algunas ocasiones. En su defensa he de decir que ha acabado por ser un personaje bastante entrañable y al que acabas por admirar ya que, tirando al final del libro, esa evolución que se lleva a cabo en Budo es casi palpable.
 El ritmo de la historia puede verse algo lento, siendo el principio un poco introductorio en el que el protagonista de la historia nos contará cosas acerca de Max y de "su mundo", donde los amigos imaginarios pueden verse entre ellos y hablar, y donde Budo se separa de Max por las noches para explorar a sus anchas la ciudad. Pero el ritmo empieza a ser más ameno y ligero conforme vamos avanzando, cuando Budo comienza a buscar a Max y trata de sacar ayuda de donde pueda. Así es como conoceremos a los otros amigos imaginarios, ahí es donde el libro engancha y consigue que no pares de leer para saber qué hará Budo ahora, cómo rescatará a Max...
- Lo que más me gusta es lo valiente que es. 
- ¿Qué ha hecho de valiente? 
- No es solo una cosa. Es todo. Max no se parece a ninguna otra persona en el mundo. Los niños se burlan de él porque es diferente [...] Nadie trata a Max como si fuese un niño normal, pero todo el mundo quiere que sea normal, nadie quiere que sea como es. Y, pese a todo, Max se levanta de la cama cada mañana para ir al colegio y al parque, e incluso a la parada del autocar. 
- ¿Y eso es ser valiente?- pregunta Oswald. 
- ¡Súper valiente! [...] Para salir de casa cada día y ser tú mismo cuando a nadie le gusta cómo eres hay que ser súper valiente. Yo nunca podría ser tan valiente como Max.

 He de confesar que en algunos aspectos puede ser bastante... predecible, pero sin llegar a los extremos, lo cual nos deja con un final agridulce que, pese a todo, me ha dejado bastante conforme ya que es como si dejara un pequeño espacio a nuestra imaginación. Para que le demos el significado que queramos.

 En esta historia veremos muchos "amigos imaginarios", veremos una gran evolución en Budo y en Max, y, sin duda, nos encontraremos con un montón de situaciones de lo más peculiares que a menudo conseguirán sacarnos unas risas. Pero sobre todo veremos temor a lo desconocido y mucha valentía para enfrentarlo. Veremos un montón de reflexiones y unos personajes que no se darán por vencidos en nada. Veremos, para ser sinceros, una historia increíble.

 En definitiva, Memorias de un amigo imaginario es una novela que acaba por engancharte, tanto por los personajes como por la trama, con un ritmo algo lento al principio pero que poco a poco se va amenizando hasta llegar a un punto en el que te es imposible parar de leer. Con un protagonista que nos enseñará que en esta vida no hay que temerle a lo desconocido y del que aprenderemos también a valorar aquello que se tiene mientras se pueda tener, a aprovechar el momento. Unos personajes entrañables y, ante todo, valientes, y una prosa sencilla y fresca hará de este libro algo ameno y divertido que no dejará indiferente a cualquiera.

 Todos los monstruos son malos, pero los monstruos que no se mueven ni hablan como monstruos son los peores de todos.



Eso ha sido todo, mortales.


Excelsior
R